Los seguros que necesita una vivienda, más allá de ser generales, van a tener ciertas diferencias, tanto en las coberturas como en los capitales. Porque no es lo mismo para un propietario de una casa independiente, que para alguien que vive en un edificio de viviendas con más o menos zonas comunes.
Y, antes de eso, debes asegurarte de que la vivienda que quieres asegurar dispone de cédula de habitabilidad o, de lo contrario, no podría estar asegurada.
Tipos de coberturas según el objeto a asegurar
Vamos a aclarar primero el tipo de objeto que podemos asegurar para valorar los tipos seguros que debemos buscar. Y es que una vivienda en sí es un conjunto, formado por contenido y continente.
El contenido es todo lo que disponemos en el interior de tu casa, tanto mobiliario como material, otros elementos decorativos, joyas y demás enseres.
Y el continente está conformado por toda la estructura que conforma tu casa, es decir, paredes, suelo, techo, fachada.
Es por eso que unos y otros seguros de vivienda pueden variar tanto, siempre dependiendo de la combinación de ambos conceptos.
Además, puedes cubrir estas opciones satisfactoriamente con un solo seguro o separando ambas si son dos compañías diferentes las que más se adecúan a tus necesidades.
¿Existen otros conceptos valorables a la hora de escoger un seguro?
Sí que existen otras opciones, partiendo siempre asegurar correctamente contenido y continente, también encontraremos variaciones en los seguros según la tipología de vivienda. Y las tipologías serían las siguientes:
- Vivienda desocupada; cuando no es la principal ni tampoco la vivienda secundaria, siempre que ésta no pueda estar ocupada por ninguna otra persona diferente al propio dueño de la misma.
- Vivienda alquilada a terceras personas; en estos casos se puede asegurar solo el continente (cuando la alquilamos vacía) y que sea el inquilino quien contrate un seguro de contenido. Incluso disponer de seguro para contenido (si la alquilamos amueblada) y continente y pedir al inquilino que se encargue de costear un seguro de Responsabilidad Civil u otras modalidades.
- Vivienda que se usa como segunda residencia; estos pisos se usan durante menos de 6 meses al año para poder considerarlos viviendas secundarias y deberíamos considerar esta ocupación a la hora de contratar un tipo de seguro de hogar.
- Vivienda habitual; al ser nuestro hogar o vivienda principal es obvio deducir que dispondremos de más enseres y objetos personales, con lo que el seguro de contenido sería más amplio y detallado, presumiblemente, que en otros casos.
Para otros tipos de propiedades deberíamos valorar las opciones de que disponemos con una compañía de seguros directamente. Y es que otros casos, como las multipropiedades o los alojamientos turísticos, no tendrían acceso a seguros de hogar propiamente dichos.
Otras excepciones serían las viviendas de más de 50 años de antigüedad que no han sido rehabilitadas durante ese periodo.
¿Qué requisitos buscar en un buen seguro?
En primer lugar, un seguro de hogar en sí mismo debe proteger el 100 % de los bienes que queremos asegurar. Siempre teniendo en cuenta que hemos invertido un capital en la compra de la vivienda, con lo que ésta tendría un valor cuantitativo. Así como en los bienes que hay en su interior.
No obstante, disponer de una propiedad nos expone a responsabilizarnos de todo lo que de ella se derive o de nuestros propios actos. Esto significa que si nos dejamos un grifo abierto y, dañamos a algún otro vecino, tenemos que pagarle los daños. Igual que si provocamos un incendio o cometemos cualquier otra negligencia que afecte a terceros.
Es por eso que un buen seguro debe incluir coberturas de Responsabilidad Civil que costearan esos posibles problemas.
Otras coberturas que debemos buscar serían las que nos puedan cubrir los costes derivados de daños por agua, por fenómenos meteorológicos (también por rayos), por explosiones o por incendios. Toda esta casuística suele generar desperfectos que conllevan un mayor o menor gasto económico para su reparación o sustitución.
También sería valorable que incluyera algún servicio extra, como un manitas a domicilio para colgar cuadros y lámparas. Pregunta si existe alguna posibilidad.
Y, finalmente, puedes descartar otras coberturas que no fueran necesarias.
¿Cómo ajustar el seguro a mis necesidades?
Ahora solo faltaría preparar un inventario del contenido de la vivienda, valorando cada objeto justamente para no quedarnos cortos. Si has comprado mobiliario y electrodomésticos puedes digitalizar las facturas (mediante fotos o con un escáner) y guardarlas en la nube.
En cuanto al continente, es común añadir el valor de mercado del inmueble, el valor de compra o el capital pendiente de pagar cuando existe una hipoteca.
Un detalle importante es que, cuando hay mascotas en el hogar, tenemos que valorar añadirlas en el seguro de Responsabilidad Civil u obtener un seguro adicional solo para ellas.
Pero si tienes alguna duda o estás buscando un seguro completo para tu vivienda, en Asesores MBI Torrent podemos ayudarte a encontrar justo lo que necesitas. Ven a vernos.