A la hora de sacar partido a las viviendas es normal sentir debilidad por los exteriores. Por eso balcones, patios o terrazas han pasado a un plano prioritario. Y es que, teniendo esos espacios abiertos en nuestra propia casa ¿quién no querría disfrutarlos al máximo?
Una vez tenemos esto claro, debemos hacer una selección de los elementos que queremos mejorar o renovar en nuestra terraza. Por ejemplo, suelo, paredes, iluminación, mobiliario.
Como suelen ser espacios diáfanos, rara vez la reforma afectaría a su distribución. No obstante, vamos a ver algunos consejos prácticos para que le saques más partido a tu próximo lugar favorito de la casa.
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Empecemos por la pintura y la adecuación
Sin duda hay que rejuvenecer primero la terraza antes de empezar a llenarla o a instalar nuevos elementos. Es decir, vaciarla de trastos, limpiarla a conciencia y pintar las paredes de un color claro o retocar el color que tiene.
Cuando la terraza forma parte de alguna finca, no podemos cambiar los colores que se vean desde el exterior o que supongan una modificación estética de los elementos de la misma. Por eso, si es tu caso, tendrás que usar los colores estipulados.
Elimina plantas muertas y si necesitas un espacio adicional de almacenaje exterior, busca presupuestos para añadir un armario de resina o de madera que cubra esa necesidad.
Busca algo que estéticamente sea agradable y cuyas dimensiones no resulten excesivas. Así seguirás contando con suficientes metros practicables para construir la terraza con la que sueñas.
Si quieres evitarte la pintura y las paredes se encuentran en mal estado, puedes valorar cubrirlas con celosías, añadir plantas trepadoras o poner paneles para cubrirlas.
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Valora los exteriores y la intimidad que te ofrecen los muros
A veces, nuestras terrazas disponen de tabiques demasiado bajos o que no nos protegen de las miradas indiscretas. Por eso es interesante solventar este problema con elementos fijos, como enrejados o paredes metálicas.
Hay personas que prefieres crear una pared nueva con tablas de madera en diferentes posiciones horizontales o verticales. Añadiendo estantes o colgadores para macetas, para conseguir un efecto más natural y auténtico.
Aunque, también es posible emplear setos, cañizo, un jardín vertical o algún cenador o estructura que incluya lonetas laterales (fijas o correderas) que impidan que pueda verse algo desde fuera.
La ventaja de incluir algún tipo de estructura es que te permitirá disponer de elementos colgantes desde el techo o las traveseras que lo conformen. Como hamacas o mecedoras suspendidas, guirnaldas de luces o farolillos, incluso macetas.
También puedes poner un cenador solo en una parte de la terraza y no en su totalidad, dependiendo del tamaño que tenga. Y, de esta forma, dispondrás de un lugar para comer, desayunar o solo añadir unos sofás como si fuera una pequeña sala de estar abierta.
Seguro que se convertirá en un lugar de ocio perfecto, para leer, charla o degustar una copa de vino. ¿Te imaginas? Y seguirás teniendo el resto de la terraza para otro tipo de actividades.
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La luz es muy importante y le dará a todo un toque acogedor
Es imprescindible que te pares aquí y valores cuántos puntos de luz habrá y cómo. Normalmente, las terrazas suelen tener focos estancos en cristal, plástico o metal. Pero es mejor que los cambies por farolillos exteriores.
Otra opción es añadir farolillos de pie y los hay que se cargan con luz solar. Y, como te decía antes, si tienes alguna parte que puedas techar, no olvides alguna cadenita de luces bonita que mejore el ambiente.
El consejo principal es que no escatimes en puntos de luz, con lo que también puedes añadir velas en las mesas y alguna otra lamparita (de cera, a pilas o eléctricas).
Si has descartado el cenador, al menos consigue un buen toldo o alguna sombrilla o parasol que te cubra parte de la terraza. Así podrás aprovecharla aunque haga mal tiempo fuera.
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Vamos a por el mobiliario
La opción más práctica para sacarle partido a tu terraza es cubrirla parcial o totalmente. De no ser así no querrás salir en las horas de más sol ni en los días de lluvia y eso descartaría gran parte del verano y el invierno.
Por eso es una inversión que vas a poder disfrutar y mucho. Y una vez solucionado este tema, debes decidir a qué vas a dedicar tu terraza. ¿Quieres poner cómodos sofás para exteriores con alguna mesa central? ¿Prefieres hacer las comidas fuera y escoger una mesa y sillas? ¿Mejor ambas cosas?
Si tu terraza lo permite, sería perfecto disponer de algún rincón para tener tus sofás, hamacas o balancines y además contar con una mesa y sillas también.
Verás como solo el hecho de poder salir cada día un ratito a respirar, leer o estar sin hacer nada, te encantará. Disfruta de tu terraza y ponte manos a la obra con esta reforma tan deseada.
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No te olvides de los verdes
Es el momento de añadir todas las plantas que te van a acompañar durante los ratitos de relax que pases en tu terraza. Ya hemos comentado la opción de poner plantas trepadoras, plantas colgantes y jardines verticales o macetas por las paredes.
Falta que también incorporemos esos setos que te proporcionen mayor intimidad, macetas y plantas en las esquinas, sobre las mesas y en los estantes. Verás que rodearse de verde, además de ser muy saludable, transmite mucha paz.
Busca ficus, flores y todo tipo de plantas que puedan estar en el sol o a la sombra para distribuirlas según sus necesidades. Y, si las plantas no son tu fuerte, combina algunas naturales con otras artificiales para crear un lugar único.
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