A todos nos encanta estrenar y la vivienda no está exenta en esta afirmación. Pero unas veces es un amor para siempre y otras te das cuenta de que algo está fallando.
Quizás sea porque ha llegado el momento de cambiar de casa ¿es así? Vamos a ver unos indicadores que te ayudarán a despejar esta posible opción.
Los cambios que se ven y los que no se ven
Si compraste un loft de una habitación y esperáis familia, puede parecerte obvio que necesitas un cambio. Pero no siempre es tan evidente. Y a veces esos cambios nos incomodan un poco.
Pero no debes ver una nueva casa como algo negativo, sino todo lo contrario.
Puede que salgas de tu zona de confort, pero ¿seguro que es tan confortable como para quedarte? Lo más probable es que sea una necesidad, por lo tanto una mejora.
Llegado el caso, afronta la mudanza con optimismo ¡empieza un nuevo ciclo para ti! Y eso también supone muchas nuevas oportunidades de hacer las cosas mejor.
Aprovecha para construir un espacio a tu medida o para participar más activamente en la decoración. Seguro que te vuelves a enamorar de tu hogar.
Pero entonces ¿cómo sabré que necesito ese cambio de casa?
De acuerdo, vamos al grano. Algunos de los indicadores más comunes son los siguientes:
No cabéis en casa
Empezamos por lo más evidente. Puede ser por el ejemplo que te puse antes del loft o porque ya tenéis más niños que habitaciones. Cuando son pequeños es habitual que los hermanos duerman juntos. Así se acompañan.
Pero cuando son más mayores es importante que cada uno pueda tener su espacio personal. Así que sería un buen momento para vender o dejar vuestra casa en busca de una mejor.
También una mascota podría suponer una incompatibilidad con tu hogar actual. Si es así múdate a otro en el que quepa la familia al completo.
Los niños vuelan del nido
El caso contrario sería igual de válido. Vuestros pequeños ya no son tan pequeños y volvéis a ser solo dos en casa o incluso uno. Quizás es el momento de dar más valor a tus prioridades.
Podrías preferir vivir en el centro para disponer de más servicios y opciones de ocio. O puede que pienses que es hora de llevar una vida más tranquila y salir a las afueras o cambiar la ciudad por un pueblo.
Apuesta por tu calidad de vida y tu bienestar y cámbiate de casa.
Ya no puedes más con tus vecinos
Es una pena, pero a veces pasa. Llega un momento en que las ganas de discutir dan paso al hartazgo y la retirada. Tu casa debería ser tu templo; un lugar en el que sentirse a salvo, libre y en paz. Si no es así ni te lo pienses.
Cambios en el barrio
Todas las ciudades y pueblos son como ecosistemas vivos. Están en constante cambio y, con el paso de los años, podrían llegar a ser irreconocibles.
Víctimas de las modas, de las acciones políticas o de los movimientos sociales. Es posible que un barrio familiar se convierta en algo muy diferente. Hasta el punto de producirte incomodidad o inseguridad.
Por eso, si sientes que ya no es el lugar en el que deseas estar, busca otro mejor. Tu bienestar es lo primero y verás que siempre hay una casa perfecta para cada familia.
¿Arreglarla o cambiarla?
Otro indicador de que es el momento de tirar la toalla son las reparaciones. A veces parece que se hallan alineado los astros y todo se estropea, como en cascada.
Ya sea solo en tu vivienda o si se le unen las zonas comunes. Porque hay comunidades de vecinos que empiezan con las derramas y ya no hay vuelta atrás. Pon esos problemas sobre la mesa y valora si los asumes o te cambias.
Tu situación económica es diferente
No siempre podemos llevar un tren de vida constante. En ocasiones suceden imprevistos que requieren una revisión de nuestros gastos. Pero sufrir por dinero puede tener solución.
Cambia tu casa por una más económica. Vende para comprar y podrás adaptarte más rápidamente a tu nueva situación. Verás que todo grano hace montaña ¡mucho ánimo!
Otras opciones
Un cambio de trabajo o una nueva etapa sentimental podrían llevarte a necesitar un cambio de casa. Todos vivimos situaciones complejas a lo largo de nuestra vida, pero si se pueden solucionar ¿por qué no hacerlo?
Ponte en contacto con tu inmobiliaria de confianza y plantea con libertad tus dudas y necesidades. Te ayudarán a encontrar justo lo que necesitas.
Si tienes que cambiar de casa podemos ayudarte
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