Si quieres vender una finca rústica te interesa repasar el artículo 12 de la Ley del Suelo. Ahí encontrarás, en un alarde de originalidad, que las fincas rústicas son todas aquellas que no están urbanizadas.
Pero, por si queda alguna duda, una finca rústica hace alusión a un terreno de extensión variable y que puede contener accidentes geográficos, como montes, campos. Normalmente serían explotaciones agrarias, forestales o pecuarias.
Y, si nos ceñimos a la Ley, además de tratarse de un terreno no urbano, como apuntábamos antes, eso también implica que no se puede construir en él.
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ToggleAntes de vender un terreno no urbano
Es interesante que puedas comprobar si el terreno que pretendes vender pudiera estar sujeto a regulaciones de tipo especial. Puedes consultar en el Catastro o en la Ley Hipotecaria, en los puntos donde se habla de la caracterización de los terrenos rústicos.
También es interesante saber si estás percibiendo algún tipo de subvención por la posesión y explotación de dicho terreno y cuáles son sus características.
Y, otro detalle importante, es que deberías incluir una descripción del terreno que quieres vender en el contrato de compraventa. Añade todos los detalles posibles, así como documentos adicionales, que permitan reconocer los límites, extensión y ubicación del mismo sin lugar a errores.
Siguiente paso para la venta de un terreno rústico
Tal y como pasa con la compraventa de una propiedad inmobiliaria, ha llegado el momento de localizar las escrituras de tu terreno. Y, además, necesitarás el certificado del Registro de la Propiedad.
Puedes conseguirlo en persona o por Internet y en él encontrarás los datos del propietario, su DNI o la dirección de la finca que quieres vender. También el número de registro para ese terreno, su referencia catastral y las deudas que arrastre, si las hubiera. Este trámite te costará unos 40 € y es básico para que el comprador acepte seguir adelante con la operación.
Asimismo, tendrás que preparar el último recibo pagado del IBI, que deberá ser el del año en curso o el del año anterior. Pero si vendes la finca antes de que el ayuntamiento cobre este impuesto anual, te corresponderá a ti abonarlo.
Gastos de la compraventa de una finca rústica
Llegados a este punto, si hay acuerdo, habréis firmado ya el contrato estándar para la compraventa. En él figurarán los datos de las partes, el precio final de la finca y el plazo máximo para la firma ante notario y el traspaso oficial de la propiedad.
Este trámite no es obligatorio, pero es deseable y protege a las partes de posibles arrepentimientos posteriores. Así como incongruencias en la documentación aportada u otros problemas que puedan surgir.
Por eso, necesitarás contar con un abogado, aunque lo más recomendable es disponer de una inmobiliaria de confianza que se encargue de todo el proceso. Incluyendo las responsabilidades legales.
Ahora vienen los gastos de notaria, el IRPF sobre el precio de la finca (que se calculará según el precio de venta) y el Impuesto Patrimonial. Por suerte, al tratarse de un terreno no urbano, estarías exento de pagar la plusvalía municipal.
Respecto al coste de las escrituras, podría aplicarse de un 6 a un 12 % del valor de la venta. Y, en cuanto al notario, podría costarte 600 €, aunque en algunos casos esta cifra subiría en unos 200 o 300 € más.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
Además de las derivadas por una mala redacción del contrato, podría darse el caso de que la finca rústica o terreno que tratas de vender estuviera protegido.
Para asegurarse de que no hablamos de terreno protegido o que se encuentra dentro de un parque natural, deberías adjuntar una manifestación en este sentido.
Como ves, es relativamente sencillo si cuentas con un buen asesoramiento, como el que podríamos proporcionarte en RK ASESORES MBI Torrent.
Por otro lado, puedes ver que existen ligeras diferencias entre este proceso y el que se llevaría a cabo para realizar la compraventa de inmuebles y suelos urbanos. Pero si quieres vender una finca rústica y tienes cualquier duda, estaremos encantados de ayudarte. Ven a vernos.