Seguro que habrás adivinado que la biohabitabilidad tiene que ver con habitar un espacio. En realidad con la calidad de ese espacio y su idoneidad. Por eso nos habla de cómo nos afecta el espacio que habitamos.
El ambiente de nuestro hogar influye también en cada uno de nosotros. Y si es idóneo, nos aportará bienestar y será positivo para nuestra salud. Por eso nació la biohabitabilidad, para poder estudiar esa relación simbiótica.
La influencia de nuestro entorno y su biohabitabilidad
Quizás si empezamos por hablar del lado negativo será más fácil entender el concepto. Piensa entonces en un lugar hostil, con un ambiente tóxico o algún lugar donde no nos sentiríamos bien.
No hace falta emular las inmediaciones de un volcán en erupción, pero seguro que sabes a qué me refiero. Pues la biohabitabilidad nos habla de cómo es de saludable un entorno para nosotros.
Pero claro, el entorno que más nos interesa analizar es posiblemente en el que pasamos más tiempo: nuestro hogar. ¿Crees que tu vivienda goza de un buen ambiente? ¿Es sano por extensión el entorno en el que está ubicada?
Este concepto de biohabitabilidad sería una combinación entre biología y geología. Geobiología. Y es que es imposible mantenerse asépticos. Nuestro entorno nos influye tanto como nuestra forma de vida influye en él.
Te sonarán mucho más conceptos como radioactividad o campos electromagnéticos. Ondas y microondas campan a sus anchas a nuestro alrededor.
Nuestra forma de vida las puso ahí, pero también nos afectan de vuelta. De una forma o de otra. De ahí que los factores que estudia la biohabitabilidad puedan ser de dos tipos: naturales y artificiales.
Con la biohabitabilidad aparecen conceptos como la bioconstrucción
Ya que vamos a estudiar la salud ambiental de nuestro hogar, también tendremos que saber cómo mejorarla. Por eso apareció la bioconstrucción. Nuevos materiales y formas de construir más sostenibles.
Por suerte para todos, cada vez estamos más preocupados por nuestro impacto en el medio. El reciclaje es una gran herramienta para reducir ese impacto y ser más respetuosos.
Pero hay todo un mundo emergente alrededor. La forma en que aislamos el interior de nuestras viviendas o los combustibles que empleamos. Los materiales con los que están confeccionadas también son importante.
Seguro que conoces el caso de algún material de construcción que se ha retirado. A cambio han aparecido muchos otros. Porque la bioconstrucción persigue el respeto ambiental y la sostenibilidad. Por ejemplo:
- Optimizar la calidad lumínica o acústica, además del mantenimiento de una temperatura estable en el interior.
- Materiales naturales y libres de tóxicos o químicos.
- Tener una humedad que pueda auto regularse sin necesidad de añadir aparatos eléctricos.
- Aislar las instalaciones de electricidad para evitar campos eléctricos o aportar nuevas ideas para reducirlas.
- Sustituir las fuentes energéticas por renovables.
Casi cada día hay nuevas fórmulas para crear una vivienda con mejor biohabitabilidad
Opciones como los equipos de aerotermia, las placas solares o los techos vegetales ya están en la calle. Pero también se han hecho muchos avances en los materiales de construcción.
Por ejemplo, hay materiales ecológicos y reciclados para los aislamientos. También emplear maderas, pero que se obtengan de forma controlada. Las hay con origen sostenible. Y, por supuesto, las pinturas para cubrir todo.
Las mejores pinturas son incluso transpirables. Sin disolventes ni fungicidas. Muy recomendables para las personas que sufran algún tipo de sensibilidad o alergia a químicos.
Y ¿recuerdas lo que comentábamos de las instalaciones eléctricas? Pues pueden emplearse cables flexometálicos con pantallas. Así quedarían aislados.
Pudiendo emplear bioswitch que corte la corriente cuando no la estamos usando. Como por las noches. De esta forma no circularía corriente por el cableado durante las 24 horas del día. Una gran idea.
Todo esto también se podría instalar en una vivienda de segunda mano. Pero, como seguro comprendes, es más sencillo hacerlo durante su construcción.
Mejorar la biohabitabilidad de tu hogar
Hay otras opciones que puedes tener en cuenta y te aportarán grandes beneficios. Por ejemplo las plantas. Son grandes aliadas para limpiar ambientes y purificarlos.
Incluso podrías tener un pequeño jardín vertical en un balcón o terraza. Solo con un metro cuadrado ya producirías el oxígeno que precisa una persona durante un año para sobrevivir. Solo con una pequeña pared vegetal.
Imagina todo lo que que ese pequeño espacio verde puede hacer por ti. También deberías tener puertas y ventanas aislantes en ambos sentidos. Para evitar el ruido exterior y para no perder la temperatura interior.
Revisa tus productos de limpieza. Recuerda que todo lo que echas al retrete o desagües llega al mar. Y verás que existen muchas alternativas naturales para limpiar e higienizar un hogar.
Cambiar tus bombillas por otras de bajo consumo mejorará la biohabitabilidad. Generar menos basura, separar para reciclar y actuar conscientemente para crear un entorno mejor. ¿Cuándo empezamos?