El medio ambiente ya no puede esperar y las casas sostenibles tienen cada vez más peso. Dentro de las nuevas técnicas arquitectónicas suponen una tendencia en aumento.
Casas más respetuosas con el entorno y que aprovechan los fenómenos naturales para autoabastecerse. También las hay que requieren de menos consumo energético o que reciclan ese consumo de alguna manera.
Sin duda estamos viviendo un momento apasionante en la construcción. Vamos a ver qué novedades hay en el mercado en casas sostenibles y cuáles son las que están por llegar.
El primer paso: el certificado energético
Hace relativamente poco tiempo una nueva Ley nos solicitaba un certificado energético para vender o alquilar. Este fue uno de los primeros pasos en nuestro país: la toma de conciencia.
En este certificado se recoge la eficiencia de una vivienda; si pierde más o menos energía, si es respetuosa o su impacto general. Así se catalogan las viviendas tipo A o B, que son las casas sostenibles o más sostenibles.
Por ejemplo, aquellos pisos antiguos que mantenían las ventanas de madera tendrían una puntuación baja. Esto es porque no están bien aislados y se pierde mucho calor o frío. Por lo que mantenerlos es más caro.
A todos nos convienen las viviendas eficientes, no pienses que solo es importante respetar el medio. Puesto que una casa sostenible es aquella que requiere de menos inversión constante para mantenerse.
Sin embargo, este nuevo concepto del ecologismo va mucho más allá. Así reduciremos nuestra huella en el entorno; nuestra dependencia de medidas externas y la contaminación que generamos.
¿Qué tienen de particular las casas sostenibles?
En ocasiones, que una casa sea sostenible no implica que los materiales de construcción sean todos ecológicos. Pero sí que podríamos hablar de una fabricación más económica y con menos componentes.
Por ejemplo, las viviendas de estilo industrial. Carecen de elementos de adorno. Cemento, hierro y quizás plásticos reciclados son la base. Además de incorporar grandes ventanales para aprovechar mejor la luz solar.
Otras disponen de placas solares ¡una gran idea! Estas pueden emplearse para calentar el agua de la ducha o para reducir el gasto en electricidad. Aunque deberíamos diferenciar entre placas y paneles.
Como puedes imaginar, aquí la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Es por eso que ahora mismo tenemos diferentes opciones a nuestro alcance. ¿Lo mejor? Con todas ellas se ahorra dinero y se respeta el entorno.
Otra parte importante de la sostenibilidad es el aislamiento. Antes te ofrecíamos un adelanto de este concepto. Si una vivienda no es suficientemente hermética tenderá a estar a temperatura ambiente.
Es decir, en invierno estará fría y en verano pasaremos calor. Por lo que nuestra inversión en tecnología podría perderse y no servir de nada. Asegúrate de que ventanas y cerramientos son funcionales y seguros.
¿Has oído hablar de la aerotermia?
La aerotermia también es otra de las opciones a nuestro alcance. Se trata de un equipo de climatización sofisticado. Recicla el calor ambiente que se recoge en la vivienda para emplearlo en calentar el agua.
De esta forma no es necesario que ese aire sea expulsado al exterior. También hay formas de extraer ese calor de la tierra, empleando energía geotérmica. Y en ambas opciones hablaríamos de ahorro considerable.
Existen también opciones para añadir radiadores a estas instalaciones. La finalidad el lograr ambientes a una temperatura lo más estable posible. Cuyos suministros sean más económicos y eficientes.
¿Y qué hay de la parte vegetal?
Sí, no nos hemos olvidado. Disponer de plantas en casa ayuda a mantener un ambiente limpio. Sin embargo, hay otra opción realmente interesante que las casas sostenibles deberían tener: jardines verticales.
No hablamos de fachadas enteras, en realidad basta con un balcón o una pared en la terraza de un metro cuadrado. En ese pequeño espacio se genera el mismo oxígeno que consume un persona durante un año entero.
Además de aportar múltiples beneficios al hogar. Por eso aumentar la vegetación en las viviendas siempre es una gran idea. De esta forma también contribuimos a paliar los excesos de contaminación.
Y reutilizar materiales, por supuesto
Reciclando evitamos producir tantos desperdicios. También hoy en día hay empresas que hacen muy bien este cometido. Por lo que podemos reutilizar muchas cosas para la fabricación, por ejemplo azulejos.
Algo evidente es que cada vivienda debe estar construida atendiendo al clima de su lugar de ubicación. Sin excesos ni defectos. Justo con lo necesario y de la forma más eficiente posible.
Algunas viviendas disponen de terrazas en las que pueden instalarse mesas de cultivo. Pequeños huertos urbanos para plantar hortalizas, verduras o plantas aromáticas. ¡Hasta podrían tener su propio compostaje!
Sin duda son muchas las medidas a nuestro alcance para convertir nuestros hogares en viviendas sostenibles. Tantas que se ajustan a los bolsillos de cada uno ¿por dónde empezarías tú?